Viene bien la parábola del trigo y la cizaña Mt.13,24-30…
cuidado, no sea que sacando la cizaña tb. se arranque el trigo… “amigos” de
esos siempre te encontrarás, pero solos se alejan de ti y se “bloquean” cuando
ven que con su envidia, odio, egoísmo no pueden hacerte daño; si tú te levantas
a diario diciendo “Señor qué quieres que haga hoy en Tu Nombre”, tu actuar será
justo y concecuente y si eso a alguien le molesta que eso no entorpezca tu
caminar, son, precisamente, “esos amigos” quienes no tienen paz en su corazón
por el daño –conciente- que quieren provocarte y serán esos mismo quienes
lloren de guata sobre tu cajón disque “no tuvieron tiempo”, sólo te resta orar
porque reconozcan la acción y bondad de Jesús en sus vidas y perdonarles porque
Dios Trino es misericordioso contigo cuanto te equivocas.
Recuerda que “hay más felicidad en dar que en recibir”, por tanto no malgastemos nuestra vida tratando de agradar a todos sino disfrutémosla agradándole a nuestro Señor.
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