Muchas veces los padres confundimos el "apoyo" con "regalarles lo que está de moda", creemos que con eso estamos siendo excelentes padres, pero antes de "comprar", pensamos y les preguntamos cuáles son sus reales intereses?, tal vez hace 30 años atrás éramos fiel reflejo de nuestros padres y no por "asimilarnos" a ellos, sino porque sólo podíamos cumplir "sus sueños"; hoy nuestra psicología ha cambiado, es importante tomar en cuenta gustos y afinidades personales, somos seres independientes, pensantes, por tanto no tenemos la obligación de "usar" lo impuesto, sino más bien tenemos el derecho de adquirir o usar el servicio o producto que mejor aporte a nuestro desarrollo cognitivo, intelectual, psicomotor y que mejorará nuestras relaciones interpersonales.
Tengo la convicción que la felicidad es el fundamento de nuestro desarrollo y crecimiento; entonces, podemos dar apoyo en las actividades que nuestros hijos quieran realizar sin reparar en lo que ello implique en tiempo y dinero. Como familia hemos dispuesto nuestro interés en sus propios intereses: deportes, comunidad, estudios, música y búsquedas de nuevos desafíos en estos mismos ámbitos y otros, sólo así nos sabemos conformes con brindarles el apoyo que necesitan para ir conociendo sus propias aptitudes, ponerlas en prácticas y descubrir cuáles de ellas son las que reforzarán para convertirlas en el centro de su evolución como personas de bien y con ellas alcancen una madurez sustentable en el tiempo, a la vez que lo hagan alegres y contentos de sus logros.
